Trabajar en el pueblo vuelve a ser una opción: Soy rural



El COVID-19 está transcurriendo en todos los rincones del mundo; tanto en pueblos olvidados del mapa como en grandes ciudades conocidas en todo el planeta.
Para los que han venido de una gran ciudad a vivir al pueblo porque podían seguir trabajando desde sus hogares, estos días no se les hace extraño quedarse en casa trabajando, mejor dicho tele trabajando.

En nuestros tiempos no es ninguna novedad que algún amigo o conocido nuestro se mude a otra ciudad por cuestiones de trabajo. Londres es un clásico entre los españoles. Pero siempre, cuando alguien se muda a otro sitio, siempre es a una ciudad, ninguno nos dice que se muda a un pueblo pequeño. Imagina por un momento que ese trabajo de condiciones magníficas que te ofrecen para irte a otro sitio fuera para irte a un pueblo bonito del sur de Teruel de apenas un centenar de habitantes. ¿Aceptarías?


Para empezar, podemos decir que los gastos por vivir allí iban a ser mucho más bajos que si estuvieras en una gran ciudad. La vivienda, por ejemplo, sería más barata. También gastarías menos probablemente en ocio. Y la cesta de la compra sería bastante menos cara. Hasta aquí parece que son todo ventajas, ¿no?
Ahora te preguntarás qué tipo de trabajo sería. Al margen de todo lo relacionado con el sector primario, es decir, empleos de agricultura y la ganadería, hay otros empleos que tienen mucho que ver con los pueblos.
Tenemos por un lado, todo lo relacionado con el turismo: casas rurales, actividades en el campo, deportes o innovaciones como hacer despedidas de soltero, etc. Se trata de un sector que mueve mucho dinero y han sido muchos ya los emprendedores que han decidido abrir negocios de este tipo en un pueblo con encanto.
Muchas personas lo han dejado todo y se han venido a un pueblo a probar suerte en el mundo laboral y así tener una mejor calidad de vida.
Por otro lado, una alternativa para irte a vivir a un pueblo es el teletrabajo. Cada vez son más las empresas que ofrecen la posibilidad de trabajar desde casa, solo necesitas un ordenador y una conexión a internet más o menos buena. Si tu actual trabajo te permite hacerlo desde cualquier sitio, ¿por qué no iba a ser ese sitio un pueblo pequeño?
La iniciativa de tratar de convencer a la gente para que vuelva a los pueblos llega también desde los propios municipios ya que ven como poco a poco quedan deshabitados y desde su Consistorio tienen que llevar a cabo medidas para frenar esa futura despoblación.
Algunos ejemplos de estas medidas son las facilidades en la adquisición o alquiler de una vivienda, es decir, precios de casas y alquileres muy baratos, impuestos más bajos, tierras a un precio muy barato, facilidades en buscar trabajo para los nuevos inquilinos, en definitiva ofrecer condiciones ventajosas a aquellos que quieran mudarse al pueblo.
¿Cuántas veces hemos escuchado la historia de personas que dejan el pueblo de toda la vida para probar suerte en la gran ciudad? Miles de veces. Pero lo cierto es que la historia se repite por el otro lado: también hay historias de personas que deciden dejar la ciudad y vivir una vida tranquila en un pequeño pueblo.
Vivir en una gran ciudad tiene cosas muy buenas. Las comodidades de salir a pasear y encontrarse con todos los comercios que necesites en la palma de la mano podría ser lo primero que nos viene a la mente, pero hay muchas más ventajas como la gran oferta de ocio y restauración, farmacias abiertas las 24h del día, supermercados, hospitales, etc.
Vivir en un pueblo lejos de los agobios y el estrés es una ventaja que no ofrecen las ciudades, En un pueblo pequeño los niños disfrutan mucho más ya que gozan de una independencia inexistente en las grandes ciudades donde el tráfico, las grandes distancias y el peligro son constantes.
En un pueblo aprendes cada día algo nuevo, al ser un lugar pequeño, los habitantes se conocen los unos a los otros y se forma una especie de unión que claramente no existe en las ciudades, en pocos meses de vivir en el pueblo ya conoces a todos los habitantes; todos los niños se conocen y van juntos en cuadrilla con sus bicicletas paseando por todas partes sin límites.
Otra ventaja de vivir en un pueblo es que lo tienes todo a mano, no tienes que coger el coche y puedes ir a pie a todos sitios. En una ciudad grande debes llevarlo de un lugar a otro, o usando el transporte público o andando.
En los pueblos no todo son ventajas, el invierno en el pueblo es duro y durante todo el día no se cruza una sola palabra con ningún habitante ya que todos éstos se encuentran dentro de su casa.

Para concluir vamos a recapacitar… ¿te quedarías en un pueblo a trabajar? Yo sí…





























































































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